En el caso de pedidos con entrega fuera de la Unión Europea, es posible que la autoridad competente exija pagar gastos adicionales por el envío, que se cobraran una vez el paquete llegue al país de destino.
El comprador es responsable de pagar costes extra exigidos por las autoridades, como los derechos, los impuestos y los aranceles aduaneros. Estos gastos pueden variar bastante y suelen basarse en el precio del artículo y las tasas del país de destino.